Los sinónimos no existen: cómo elegir las palabras adecuadas para escribir mejor
- Barbara Flores
- 30 may
- 3 Min. de lectura

Como redactora creativa, paso buena parte de mi tiempo sumergida en palabras. Las escribo, las desarmo, las leo en voz alta. Un día leí la frase: “los sinónimos no existen”. Una afirmación que detuvo en seco porque, ¡cuanta razón! Así que me puse a investigar sobre el tema.
Puede que el diccionario insista en agrupar términos como equivalentes, pero si has pasado suficiente tiempo en el oficio de escribir, sabes que ninguna palabra es intercambiable del todo. Cada una tiene un ritmo, una intención, una textura. Cambiarla por otra, aunque suene parecido, es como cambiar un acorde en una melodía: puede funcionar o desentonar por completo.
Por qué los sinónimos no existen (de verdad)
Una palabra no solo tiene un significado. Sino que también tiene un tono, un ritmo, un contexto. No es lo mismo "casa" que "hogar". Ni "inteligente" que "listo". Ni "barato" que "asequible".
Aunque dos palabras se parezcan en su significado literal, lo que comunican realmente puede ser muy distinto. Una puede sonar más cálida, otra más fría. O una más informal y otra más técnica. Por eso, usar un 'sinónimo' no siempre es intercambiar una palabra por otra sin traer consecuencias.
Cambiar una palabra por otra, solo para "variar", puede romper la coherencia de estilo, confundir al lector o diluir tu mensaje.
Según el lingüista Stephen Ullmann en Semantics: An Introduction to the Science of Meaning, “los sinónimos totales no existen más allá de las definiciones de diccionario” (Ullmann, 1962).
La profesora M. Teresa Cabré, experta en terminología, afirma que “toda unidad léxica activa su propio marco de conocimiento” en La terminología: representación y comunicación (Cabré, 1993).
Además, investigaciones publicadas en el Journal of Pragmatics demuestran que los matices contextuales afectan la percepción del receptor incluso en pares léxicos considerados equivalentes (Riemer, 2005).
Ejemplos que lo demuestran
Casa vs Hogar: "Casa" describe el lugar. "Hogar" evoca el calor, la seguridad, la pertenencia.
Barato vs Asequible: "Barato" puede sonar a poca calidad. "Asequible" sugiere buena relación calidad-precio.
Consumidor vs Usuario: "Consumidor" remite a una relación de compra. "Usuario" sugiere una experiencia más amplia, centrada en la interacción con un servicio o contenido.
Por tanto, cuando escribes para una marca, un proyecto personal o una comunidad, estas diferencias importan.
Como explica el lingüista Geoffrey Leech en Semantics: The Study of Meaning, cada elección léxica implica también una carga valorativa, pragmática o incluso cultural (Leech, 1981).
Lo que pierdes al usar "sinónimos" sin criterio
Claridad.
Coherencia.
Voz propia.
Una buena redacción no busca "variar" por miedo a repetirse. Busca ser precisa.
En el marco del enfoque funcional del lenguaje, Halliday y Hasan insisten en que la coherencia textual depende de la repetición estratégica de términos clave, no de su variación arbitraria (Halliday & Hasan, 1976).
Cómo aplicar esta idea para escribir mejor
Si tienes una marca personal, escribes una newsletter o diseñas productos digitales, este principio te ayuda a tomar mejores decisiones:
Elige palabras que suenen a ti.
Repite cuando tenga sentido.
No temas ser simple si es claro.
Cada palabra tiene una carga. Tu trabajo es reconocerla y usarla con cuidado.
Tarea 📓
Busca un texto que hayas escrito recientemente (post, email, bio, etc.).
Identifica una palabra clave.
Sustitúyela por un "sinónimo".
Lee ambos textos en voz alta.
¿Cambia el tono? ¿La intención? ¿El ritmo? ¿Qué se pierde o se gana?
Una palabra bien elegida puede cambiarlo todo
No se trata de escribir más bonito, sino sobre saber elegir.
Y para eso, necesitas observar, probar y equivocarte. En fin, escribir, escribir y escribir. Porque elegir bien las palabras es pensar con claridad, y esto trae como consecuencia conectar con tu lector.
Referencias
Cabré, M. T. (1993). La terminología: representación y comunicación. Universitat Pompeu Fabra.
Halliday, M. A. K., & Hasan, R. (1976). Cohesion in English. Longman.
Leech, G. (1981). Semantics: The Study of Meaning. Penguin Books.
Riemer, N. (2005). The semantics of polysemy: Reading meaning in English and Warlpiri. Journal of Pragmatics, 37(7), 1127–1134.
Ullmann, S. (1962). Semantics: An Introduction to the Science of Meaning. Blackwell.
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